Tú eres el Vencedor

Señor, Tú has prometido a tus hijos

que aunque rugan temerarias las huestes de maldad,

que aunque el maligno se levante vil e imponente,

que aunque el hedor de la muerte aceche nuestras casas,

que aunque el hambre y la miseria rugan sobre la tierra,

que aunque la maldad y el odio se esparzan como sombras,

que aunque nos rondeen las tinieblas y millones de demonios,

que aunque nos ciernan mil y diez hacedores de maldad,

que aunque otros ordenen la retirada y huyan despavoridos

que aunque ya no queden más municiones en nuestra alforja

que aunque embravecidos principados desenvainen su espada

que aunque el sol se pinte de negro y el día se vuelva noche

Señor, Tú has prometido a tus hijos

Que a nuestro lado iras como vencedor en batalla

Que Tú eres quien abre y ninguno cierra, y cierra y ninguno abre

Que Tú eres quien tiene la última Palabra

Que a tu sola voz, son derrotadas las huestes de maldad

Que a tu sola mirada, son humillados los principados

Que a tu sola orden es cancelado todo plan contra tus hijos

Que a tu solo soplo son desarraigados de la tierra tus enemigos

Porque Tú eres el vencedor…