Tu gran amor por mi

Señor, como a una dulce madre haz abrazado mi alma,
como un hermano has tomado mi mano, en medio de las pruebas,
como un valiente padre me has prodigado inmensa calma,
Como un gran amigo, en mi cansancio en tus brazos me llevas.

Señor, Tú has sido mi ayuda, mi protección y mi consuelo
has comprometido tu amor a favor de esta tu sierva,
me has hablado rompiendo de mis ojos el antiguo velo,
y me has elevado mi alma hasta tu Presencia allá en el cielo.

Señor, mi alma has colmado con tus gratas delicias,
anidaste en mi corazón el murmullo de tu voz,
curaste mis heridas con el aceite de tus suaves caricias,
me enseñaste a creer que por siempre caminaremos juntos Tú y yo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Radio Cristiana